La Torre Eiffel, hija de los grandes viaductos metálicos

Cuando los dos principales ingenieros de la empresa Eiffel, Maurice Koechlin y Émile Nouguier, esbozaron el primer croquis de la torre de 300 metros, estaban en proceso de completar el viaducto de Garabit. Iniciado unos años antes, este hermoso viaducto metálico en forma de arco es uno de los más importantes hasta entonces construidos en Francia. Es hermano gemelo del viaducto Maria Pia, que Eiffel había realizado en 1876 en Oporto, en Portugal, y que había revolucionado el arte de la construcción de puentes ideando un gran arco de 160 metros apoyado por pilones en forma de pirámides alargadas para sostener el tablero; es decir, la larga viga que soportaba la vía férrea. 

Una tecnología probada durante 20 años

Anteriormente, Gustave Eiffel había construido muchos puentes metálicos de todo tipo. Siempre consistía en grandes vigas de enrejados de hierro, a menudo apoyadas por pilares de piedra o pilones más o menos elevados. Estos pilones siempre eran de hierro a partir de la década de 1870, pero Eiffel utilizó en 1867 tubos de fundición para los viaductos del río Sioule y de Neuvial. Las cuatro aristas de cada pilar se curvan elegantemente hacia la base para evocar una forma que prefigura -con 20 años de antelación- la de la Torre Eiffel.

Todos estos viaductos se construyen según una tecnología probada desde la década de 1850: chapas de hierro, angulares y placas se ensamblan mediante remaches colocados en caliente en los agujeros previamente perforados en las piezas. Una obra importante como el viaducto de Garabit contiene no menos de 500 000 remaches (la Torre contiene 2,5 millones). La mayoría de los remaches ya han sido colocados en la fábrica de Levallois-Perret, para prefabricar piezas de gran tamaño que seguidamente serán transportadas al lugar del montaje definitivo. Esta es la tecnología que será utilizada para la Torre Eiffel. Además, los equipos de ingenieros, técnicos y gestores que hicieron posible la construcción de estos grandes viaductos serán los que trabajarán en la Torre Eiffel.

Formas que se adaptan al viento

El diseño de la forma de la Torre con sus aristas curvas le debe mucho a un accidente ocurrido durante una obra en construcción llevada a cabo por Gustave Eiffel. La noche del 26 de enero de 1884, un violento vendaval se precipitó en el valle por debajo del tablero del viaducto del río Tardes, que en aquel entonces estaba en construcción. Eiffel y sus ingenieros se dieron cuenta entonces de la presión que el viento podía ejercer sobre las estructuras metálicas, incluso sobre aquellas con grandes aberturas. La lección se ha tenido en cuenta al efectuar el diseño de la Torre tres meses después.

La Torre Eiffel es la heredera directa de los grandes viaductos metálicos y de sus elevados pilares metálicas: idéntico diseño de las estructuras enrejadas, idénticos modos de ensamblado de las piezas, formas generales similares, mismos equipos de diseño y realización. ¡Una extrapolación audaz a 300 metros de altura de los pilones que sostienen estos grandes viaductos!