Tras el espectacular trayecto en unos ascensores de paredes acristaladas, llegará a la cima. A 276 metros de altitud, con las antenas como únicas rivales en altura y París totalmente a su pies. Los ruidos de las avenidas se acallan, el viento le azota y su corazón late desenfrenado.
Testigo de miles de promesas de amor eterno, la Torre le toca la fibra sensible.
Gracias a los dos niveles de la cima (uno al aire libre y otro cubierto), podrá pasear y disfrutar de las vistas tanto de día como de noche. El bar de champaña sirve copas de champaña y bebidas afrutadas para disfrutar de un momento inolvidable
Reconstitución del tiempo
Descubra la reconstrucción de la oficina original de Gustave Eiffel en la cima de la torre.
Compuesta por personajes realistas hechos en cera, esta escena representa al constructor de la torre y su hija Claire recibiendo al famoso inventor americano, Thomas Edison. Entre otras cosas, también se puede ver el fonógrafo que éste último le regaló a Gustave Eiffel.
Ubíquese en el mundo
En la cima de la torre, hay dispuestos varios paneles de orientación. ¡Gracias a ellos, podrá ubicarse y hacerse una idea de la dirección y la distancia con respecto a las grandes ciudades del mundo!
La cima de 1889
En la última planta, también podrá encontrar una maqueta de la cima de la Torre de 1889, realizada a una escala de 1/50. Pintada en el color original de la Torre, «castaño rojizo», permite redescubrir la arquitectura original de la etapa en aquella época.