Cada noche la torre Eiffel se atavía con su alumbrado dorado y resplandece con sus destellos durante 5 minutos cada hora, mientras su faro ilumina París.
Inaugurado el 31 diciembre 1985, diseñado por Pierre Bideau, ingeniero en iluminación, compuesto por 336 proyectores, equipados con lámparas de sodio de alta presión de color amarillo-anaranjado.
Esta iluminación, que fue un éxito mundial y unánime, marcó el punto de partida, en París y en las grandes ciudades de Francia y del mundo, de un renacimiento de la puesta en valor nocturna de los monumentos.
Los haces de luz, dirigidos de abajo hacia arriba, iluminan la torre Eiffel desde el interior de su estructura. Desde 1958, sustituyendo los 1.290 proyectores en servicio que iluminaban la Torre desde el exterior, realzan la delicada estructura metálica del monumento e iluminan los lugares transitados por los visitantes de noche hasta la hora de cierre de la torre. Además del aspecto estético, también es necesario para la seguridad del funcionamiento nocturno de la Torre.
El encendido de los proyectores se realiza en menos de 10 minutos. Unos sensores lo activan al anochecer.
En 2004, son sustituidos por proyectores con una potencia eléctrica de 600 vatios en lugar del 1 KW anterior, es decir, un ahorro en el consumo de energía de aproximadamente el 40%. Este mejor rendimiento luminoso conserva toda la belleza del aspecto final.
Desde entonces, cada 4 años, los técnicos de la SETE proceden a la renovación las 336 bombillas de los focos de iluminación, que otorgan a la Torre Eiffel su manto dorado cada noche. Última operación hasta la fecha: en la primavera de 2019.
Contrariamente a lo que mucha gente piensa, la iluminación nocturna de la Torre (manto dorado) representa únicamente cerca del 4 % de la factura energética anual del monumento.
En diciembre de 2019, los cuatro focos de 2000 W que alumbraban la antena desde 1985 han dado paso a focos LED, que son 10 veces menos potentes y gastan menos energía.
En 2020, los 28 focos que iluminan la parte saliente de los cuatro pilares (los resaltos) serán cambiados, lo cual resultará en una reducción del 80 % de la potencia instalada.
El 31 diciembre 1999 a medianoche, el mundo entero descubre el faro y los destellos de la torre.
El faro, 2 haces de luz con un alcance de 80 kilómetros, se compone de 4 proyectores motorizados tipo "marina". Están dirigidos por micro-ordenador, gracias a un programa informático específico y un autómata programable que genera sus movimientos. Gracias a su rotación de 90°, se sincronizan para formar un haz doble en cruz que pivota 360°.
Las lámparas xenón de 6000W fueron seleccionadas por su vida útil de 1.200 horas aproximadamente. Las lámparas se ventilan para evitar el sobrecalentamiento y un sistema de calefacción se pone en marcha cuando la temperatura desciende a bajo cero cuando las luces están apagadas.
Este faro recuerda al de Gustave Eiffel jugando el papel de referencia simbólica y universal.
Los destellos se superponen sobre el alumbrado dorado y dan vida al monumento durante los 5 primeros minutos de cada hora una vez encendido el alumbrado de la torre.
Como parte del plan de emergencia para el ahorro energético del Ayuntamiento de París de septiembre de 2022, la Torre Eiffel se apagará por completo a las 23:45 h. A excepción de los meses de verano, cuando la Torre Eiffel cierra sus puertas a las 0:45 horas: hay un destello a medianoche y un último a la 1.00 de la madrugada. Mientras se apagan el alumbrado dorado de la Torre y el faro, el monumento sigue brillando durante unos minutos. ¡Un espectáculo excepcional que no te puedes perder!
20 000
Bombillas de destellos
Los trabajos de instalación fueron tan impresionantes como el propio monumento:
Inicialmente concebido como una instalación efímera para la llegada del año 2000, el dispositivo de iluminación de la Torre Eiffel pasó a ser permanente en 2003.
Para el parpadeo, hay instalados en cada cara de la Torre 5000 cabezales que contienen cada uno una lámpara de xenón de 6 vatios; es decir, un total de 20 000 lámparas y 120 kW de potencia total instalada.
Un equipo compuesto por técnicos de la SETE y de trabajadores de altura profesionales cargan un promedio de 300 a 400 lámparas en la instalación.
El parpadeo es una instalación que consume muy poca energía, aproximadamente 8800 kWh al año, o sea el equivalente del consumo eléctrico anual de un estudio de 30 m² ocupado por 2 personas. Representa el 0,4 % del consumo eléctrico anual del monumento.
Cada una de las 20.000 bombillas tienen una potencia baja de 6 vatios y se iluminan de forma aleatoria, ya que cada bombilla es independiente a las demás. Además, el paso de la duración de los destellos de 10 a 5 minutos por hora en 2008 ha permitido reducir el consumo de energía y sobre todo prolongar varios años la vida útil de la instalación.
Todos los esfuerzos de modernización del dispositivo de iluminación de la Torre están contribuyendo a mejorar su rendimiento energético, que ha ido disminuyendo de forma continua (9 % al año en promedio desde 2016).
Desde siempre, la Torre Eiffel ha gozado de una iluminación con un carácter festivo. Gracias a las renovaciones constantes de las fuentes de iluminación artificial, la torre también desde sus orígenes ha contado con las últimas innovaciones en materia de alumbrado: del gas a la electricidad, de las bombillas incandescentes a las de neón pasando por las de sodio de alta presión y las LED más recientemente.
Por regla general, dado que los equipamientos habituales de la Torre no están diseñados para producir iluminaciones especiales (colores, banderas, mensajes), estas últimas requieren medios de alumbrado externo movilizados para cada ocasión.